Brindis por el verano con Valtravieso
Desde el siglo VI a.C. compartir vino se convirtió en un símbolo de confianza y amistad. Y no hay cosa en el mundo que más me guste que compartir. Soy de esas personas que si por mí fuera (y si mi economía me lo permitiera) estaría constantemente recibiendo en casa a amigos y familiares para compartir la vida. Porque si algo he aprendido en los últimos años es que la vida se compone de momentos, que cualquier día es bueno para celebrar lo que nos apetezca y que con una buena copa de vino esas veladas son más eternas. Aunque también he tenido que aprender que hay etapas de soledad y que con una buena copa de vino se saborean de manera diferente. Así que cuando recibí la botella de bodegas Valtravieso, no lo dudé: era la excusa perfecta para probarlo, degustarlo y compartir el vino entre amigos.
Esta experiencia se convirtió en un maravilloso día de piscina, sol, almuerzo, risas y unas excelentes copas de Valtravieso.
Os cuento un poco. Investigué y encontré que la finca de Valtravieso y su viñedo están situados lejos de cualquier núcleo urbano. Está en una de las zonas más altas de Denominación de Origen Ribera del Duero. Los viñedos envuelven la bodega al estilo de los grandes “chateaux” franceses con más de 70 hectáreas. Como peculiaridad, al estar más cercanos al sol, tienen una mejor fotosíntesis, lo que repercute directamente en una mayor coloración de los racimos de la uva. En verano, las diferencias climáticas del día a la noche pueden superar los 18ºC, lo que favorece la síntesis de los polifenoles, claves por su capacidad antioxidante del vino.
Valtravieso trabaja principalmente con la variedad de uva Tinta Fina, la uva autóctona por excelencia de la D.O. Ribera del Duero. Tienen, la uva Merlot, que aporta carnosidad, y le otorga más color, intensidad y aromas. Además, cultivan parcelas plantadas de uva Cabernet Sauvignon.
Durante mi almuerzo probamos el Crianza de Valtravieso. Un vino que se siente goloso en boca, con una lágrima duradera y un buen cuerpo. Nos gustó que presentara buen equilibrio entre acidez, alcohol y taninos, que para entendernos fácilmente son unos elementos de textura que hace que el sabor del vino sea áspero.
Este vino necesita que lo dejéis reposar en la copa, moverlo un poco para, como dicen los profesionales, se abra y empiecen a aparecer todos los aromas frutales, a grosellas, a compota y mermeladas, con un toque de roble y especias como el clavo. ¿Suena delicioso, verdad? Pues la verdad es que lo disfrutamos mucho. Un buen almuerzo en casa, con buenos productos y entre amigos para brindar por los sueños de verano. ¿Qué os parece el plan? Para mí perfecto.
¿Por qué o por quién brindaríais este verano con una copa de Crianza de Valtravieso?
Love Málaga
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