Halloween y el arquetipo de Lilith, la luna negra
Alrededor de la figura de Lilith hay mucha oscuridad. No sólo en todo lo tenebroso que hay en sus leyendas demoníacas. También en el ocultismo que representa Lilith y sus acciones narradas en diferentes testimonios de culturas arcaicas. Hace unos meses llegué por casualidad a Lilith. No conocía su historia ni su simbología. Las supersticiones en torno a ella, no me llamaron la atención. Investigando su arquetipo para incluir algunos de sus aspectos en un personaje de una obra de teatro que estoy escribiendo, comprendí que Lilith es mucho más que un monstruo seductor o una femme fatal.
No pretendo hacer un repaso exhaustivo de lo que se recoge en distintos escritos sagrados sobre ella. Pero, resumiendo, estudiosos de Lilith consideran que su origen se remonta a dos figuras femeninas Lilitu y Ardat Lili mesopotámicas, relacionadas con el espíritu del viento. Vuelve a aparecer también en el primer capítulo del Génesis, cuando la humanidad se hizo. Antes de que Yahveh diera a Adán una esposa llamada Eva, formada a partir de su costilla, hubo otra creada al mismo tiempo que él. Se trata de la primera mujer, Lilith: «Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó». Hay más apariciones en textos, pero me centraré en este punto. Parece que Adán no comprendió esta igualdad de condiciones. Quiso acostarse con ella y a mantener relaciones sexuales con sus apetencias. Ella se negó a permanecer abajo durante el acto. A lo que él le contestó, que no estaba dispuesto a estar en esa posición porque él se vinculaba a lo superior y ella a lo inferior.
Ella volvió a negarse a aceptar esa vejación y cuando él quiso forzarla, Lilith invocó el nombre sagrado de Dios (algo que no estaba permitido en la tradición judía) y se marchó sin someterse a las órdenes de su compañero manteniendo sus convicciones y sus propios deseos sexuales. Se marchó al Mar Rojo volando con unas alas que consiguió. Allí cuentan que se echó a la vida lasciva con demonios. Tres ángeles llegaron para convencerla de que regresara con Adán, pero se mantuvo en su decisión.
Estoy acotando mucho la historia. Os invito a investigar sobre ella. A raíz de toda esta información, comencé a relacionar estos relatos con las situaciones vejatorias que han vivido las mujeres a lo largo de la historia. Fábulas en las que la maldad de la mujer o su comportamiento inmoral se señalan como el culpable de terribles y dramáticos hechos, como por ejemplo, las brujas. En mi entrada en el blog de hace unos años para Halloween, explicaba el papel fundamental de esas mujeres curanderas en las sociedades feudales y del poder que llegaron a tener por conocer métodos anticonceptivos y abortistas y cómo se las aniquiló físicamente. Pero también se les despojó de su identidad asociándolas a seres malignos y perversos.
¿Podríamos estar con Lilith ante otro caso similar en los inicios de la creación?
Al igual que ellas, Lilith demostró poder y autonomía. Fue la primera mujer en decir “basta ya”. En sublevarse y exigir la igualdad de género. En reivindicar su derecho de decisión y deseo. En emanciparse y elegir libremente su forma de vivir. Y en alzar la voz. ¿Esta actitud se puede considerar como una negativa en la mujer? Pues, rotundamente sí hasta hace muy poco. Una mujer fuerte siempre ha sido peligrosa para el hombre y para su sociedad. Y si me apuras, aún choca en ciertos colectivos en sociedades occidentales y no digo nada de otras, en las que consideran al género femenino un ser inferior. En este punto en el que considero que se crea su fama de demonio, vampira, lasciva, casquivana, maligna y vengativa. Es el mito construido desde un patriarcado para atacarle y arrebatarle su identidad a una mujer poderosa que incomoda. Representa todo lo contrario de una madre abnegada y esposa obediente.
Lilith en la astrología
Por otro lado, Lilith también se relaciona con la astrología. La luna negra fue tabú durante años en esa parcela. Representa el lado oculto de toda nuestra psique. Los instintos más básicos, los deseos más profundos y escondidos. La describen como una niña pura, espontánea que si sale desbordada puede ser un poco maléfica. Acceder a la energía de Lilith es trabajar en aquello que quieres y que por miedo a las críticas o a dejar de pertenecer al grupo o a lo colectivo, lo bloqueas. Aunque lo guardas en tu interior. Tiene que ver con la vergüenza y con todo lo que hay en tu inconsciente no reconocido.
Los niños, que a veces pueden ser un poco despiadados, expresan Lilith con esa parte sin censura, sin bloqueos. Tienen esa espontaneidad y emocionalidad anclada en el presente al igual que este personaje. Es esa dimensión que surge cuando eliminas el miedo y empiezas a desarrollar una parte creativa que los demás van a admirar. Porque, casi todos, tendrán la suya oculta en su sombra del inconsciente.
En definitiva, hablar de Lilith es hacerlo sobre una entidad desafiante y autónoma, rebelde e insumisa que reclama la igualdad. ¡Se me vienen a lo largo de la historia tantas mujeres que encarnaron su energía reclamando el papel que les correspondían! Hipatia de Alejandría, Juana de Arco, Mariana Pineda hasta Marina Abramovic o las mujeres anónimas que denuncian a sus agresores o violadores. Y tantas más.
Está claro que “el lenguaje nunca es inocente” y que la historia es de quienes la escriben. Por eso, al menos abro esta posible hipótesis de su mito en esta celebración de Halloween.
Esta sesión de fotografía fue realizada en Fuengirola, en el Parque de las Presas. La fotógrafa es Ana Remedios del Pozo Moreno, mi sobrina mayor con una intuición buenísima. El vestido y la peluca de She In y tiara y collar de tiendas locales. Todo hecho con cariño, diversión y mucho juego.