Álvaro Cuevas: vivir del arte de contar historias
Las historias. Cómo nos gustan las historias. Que nos cuenten un relato, una experiencia, un cotilleo o una moraleja. Leerlas. Empaparte de ellas. Y es que nos encanta ver reflejados nuestros miedos, nuestras aspiraciones, nuestras fantasías o nuestras miserias en una historia para así saber cómo podríamos afrontar nuestro camino. Álvaro Cuevas transita por la vida creando historias para que disfrutemos de ellas en la televisión, en el cine o en cualquier formato.
Desde Málaga se marchó a Madrid para crear su propia historia y dar rienda suelta a su imaginación. Es uno de esos valientes que cogió su maleta y se fue lejos de su zona de confort para cumplir su sueño. El de crear y contar historias para que todos nosotros aprendamos o disfrutemos con ellas.
Love Málaga: ¿De dónde te viene esta pasión de contar historias?
Álvaro Cuevas: “Me viene de mi infancia. Cuando mi padre compró las colecciones completas de Disney y la de Charles Chaplin. Ahí comencé un día viendo pelis de cada antología. Por ejemplo, veía Pinocho y El Gran Dictador. Era muy de inventar historias y en el colegio los profesores me llamaban la atención por los relatos rocambolescos que le contaba con 4 o 5 años a los compañeros. Ya con unos 14 años, empecé escribiendo novelas. Con mitología a lo Señor de los Anillos. Y ya al acabar la carrera de Audiovisuales, hice un máster en guión de cine”.
Así se fue a Salamanca movido por la buena fama de un máster y los profesores que lo impartían.
LM: Después de un año en Salamanca estudiando, vuelves a Málaga con mucha ilusión y ¿qué ocurre?
AC: “Mi familia me planteó si quería realmente seguir con esta vocación o estudiar algo diferente. Así fue como estudié Community Manager, un curso sobre marketing con Google y en esta etapa aprendí mucho a como ganar fans y llegar con tus creaciones a la audiencia. Porque podía tener muchas ideas pero si no llegaba a mi público, no servía de nada. En este momento fue cuando retomé la idea de un corto, una comedia que escribí en Salamanca para un ejercicio. Y aunque no me gusta dirigir, lo hice. Porque a mí lo que me gusta es crear las historias pero las circunstancias me han obligado a hacer de director”.
LV: Y consigues realizar un trabajo con grandes artistas de la tierra.
AC: “A mí me encantaba la serie SOS de Canal Sur. Me parecía super divertida. Contacté con Mariché, María José Parra y ella me ayudó a buscar reparto. Habló con Carmen Baquero y con Jordi Abad. Hablé con David Mena y ya cerré todo para grabar Donde caben 2 caben 3” .
El resultado de eso fue su debut como director en un cortometraje que le llevó a ser seleccionado en el Festival de Málaga.
AC: “Acabé agotado de la grabación. No me gustó mucho la experiencia y pensaba que no había buen material. Pero presentamos un premontaje. Me olvidé. Y nos cogieron el proyecto.”
LM: ¿Qué supuso esta selección para ti?
AC: “Supuso darme a conocer. Me sirvió para conseguir contactos. Conocí a muchas personas. Y fue una experiencia enriquecedora. Ya llegó la distribución que te das cuenta que necesita mucho dinero para llegar a más festivales. Y todo llegó al punto de que necesitaba dinero”.
LM: Trabajaste de cámara y te presentas a un concurso con el guión de Miwiwi como un Álvaro Cuevas consolidado.
AC: “Es una historia dura de dos niños sirios que viven entre bombardeos. Se ponen a jugar para evadirse. Y ese juego es buscar una palabra mágica entre sonido de bombas. Funcionó muy bien. Lo llevé al concurso de ABC guionistas y entre 700 proyectos, gané. A raíz de esto, Patricia Gabás contacta conmigo y me presentó Roles. Una obra que va de cómo tenemos de aprendizaje cultural micromachismos. Y luego Me pones. Por cierto la directora malagueña Delia Márquez está ahora con Miwiwi. Así que si todo va bien, nos veremos el año que viene en el Festival».
LM: ¿Cuáles son los proyectos que tienes ahora?
AC: “He terminado hace poco de escribir un guión de largometraje que me ha llevado un año. Es sobre un basurero que encuentra un bebé en la basura y decide cuidarlo y darle una vida ejemplar. Es una especie de homenaje a El chico de Chaplin, pero situado en Málaga y pensado en todo momento para que lo protagonice gente de nuestra tierra. Ahora tengo que moverlo entre directores y productoras para que se haga realidad. También estoy escribiendo un par de largometrajes más, uno de terror africano y otro de baloncesto, mi deporte favorito. Entre otros proyectos, un cortometraje y un documental sobre acoso laboral que estoy llevando a cabo junto al actor Miguel Ángel Olivares. Una historia increíble basada en hechos reales y cuyo desenlace dará que hablar”.
“Me acuerdo que cuando llegué a Madrid, sentía una especie de vértigo. Me daba cosa mirar a los edificios tan altos. Y ahora es como quien mira el suelo, no les veo nada especial”.
LM: ¿Cómo es tu vida en Madrid?
AC: “En dos años que llevo aquí he tenido poco tiempo de ocio, la verdad. Entre el trabajo y los guiones apenas tengo tiempo. Cada día intento hacer un poco de ejercicio, ver alguna película o serie interesante en Netflix o Movistar, ir al cine cada semana, y ponerme gordo en algún restaurante de moda por aquí. Al llegar me contrataron en Fiestify, donde soy responsable audiovisual y donde he aprendido mucho sobre marketing y creación de webs en WordPress, pero también en diseño gráfico y en la importancia de la experiencia de usuario. Si tuviese que darle un símil con el cine, diría que es el guión de una web, la forma perfecta para conducir al usuario a un desenlace deseado”.
Este malagueño con tan sólo 28 años (recién cumplidos) está labrándose un futuro más que prometedor. Ese viaje a Madrid merece la pena aunque para un asmático como él, a veces se haga cuesta arriba y eche mucho de menos la felicidad que se respira a la orilla del mediterráneo. Alvaro está trabajando muchísimo en su web www.alvarocuevas.es y en su marca personal, con un blog para ayudar a otros guionistas y realizadores, donde habla de cómo escribir un guion, cómo hacer un cortometraje e incluso se atreve a hablar de otras películas y series. Os invito a visitarlas y seguir su pista porque algún día le veremos con un Goya en la mano y con otra historia que contar más. Esa a sus nietos. Al tiempo.
Love Málaga