Cómo se siente la moda desde Málaga

Hubo una etapa en mi vida en la que no ponía atención a la moda. Leía algunas revistas, veía las colecciones, pero lo asimilaba como algo lejano. No lo asumía como propuestas para vestir en mi día a día. De hecho, en esa etapa realmente vestía escondida. Era como si no quisiera mostrarme al mundo cómo soy. No quería llamar la atención. Vivía en un segundo plano. Y era precisamente, reflejo de cómo era yo en ese momento. No me mostraba, no era mi yo auténtico. Lo descubrí cuando hice un estudio personal con una asesora de imagen y mediante la entrevista me dijo que no reflejaba quien era verdaderamente. Que yo era más atrevida y más desenfada y que realmente me gustaba jugar con la ropa.

Fue ahí cuando comenzó un proceso de descubrimiento personal en muchos aspectos. Pero eso ya os lo contaré en otro momento. Ahí descubrí la moda y su importancia como expresión. La moda nos ayuda a mostrarnos. A afianzar nuestra identidad, nuestro espacio. Y como vía de expresión, la moda es arte y es cultura.

Por eso, siempre que puedo, asisto a los eventos que me invitan y me acerco a esa creatividad que eclosiona en forma de texturas, patrones, colores y telas. Desde Málaga se realizan diferentes propuestas para apostar por los diseñadores de la tierra. En las últimas semanas, he podido compartir tiempo en dos encuentros muy importantes. Fashion Rooms 29 y Feria Internacional de Moda Flamenca de Málaga, FIMAF.

Ya os digo que no me sobra el tiempo en mi vida, pero si puedo sacar un poco de él y aprender de estos artesanos, porque para mí lo son, lo hago.

Fashion Rooms 29 celebró una reunión con diseñadores emergentes y bloggers en el Hotel Palacete de Álamos donde se debatió cómo apoyar a este sector en los inicios de su creación, las dificultades que surgen en el camino y la importancia de apoyarles para generar riqueza cultural. También se realizaron algunos desfiles con las firmas participantes como La Más Mona Social o Maribel Perujo.

Y un año más, asistí al FIMAF en el Hotel NH. Disfrutó como una niña este evento porque tiene mucho de mí. Como malagueña, llevo los lunares y ese toque flamenco mediterráneo en mis venas. Y no soy muy folclórica que digamos, pero esa esencia andaluza, esa fuerza y dulzura al mismo tiempo se te quedan impregnadas desde la cuna.

Así que conocer las propuestas de los creadores malagueños y andaluces que se acercan hasta la Costa del Sol para mostrarnos sus colecciones es una gozada.

Hay un momento muy emocionante en este proyecto que es el concurso de jóvenes creadores que patrocina Cafés Santa Cristina. En él, puedes comprobar las ganas e ilusión de los diseñadores que suben sus obras por primera vez a una pasarela. Es una gozada acompañarles en ese momento. En  esta edición eran once. Cada uno mostraba dos vestidos con el requisito indispensable de jugar con los colores verde, rojo, blanco y amarillo.  Se vieron propuestas muy originales.

La ganadora en este 2019 ha sido Elizabeth Ramírez y su trabajo será el protagonista este próximo verano de la campaña publicitaria de Cafés Santa Cristina lleva a cabo en la ciudad con motivo de la Feria de Málaga.

Durante el fin de semana del FIMAF, más de 40 firmas formar parte de este proyecto organizado Nueva Moda Producciones y Makyre eventos con 2 tacones y que cuenta con el patrocinio de Cafés Santa Cristina y la firma Málaga de Moda de la Diputación Provincial de Málaga. El objetivo que tiene es afianzar la moda flamenca en Málaga y convertirse en un gran escaparate para firmas y diseñadores.

En el desfile del colectivo “Flamencas Mof & Art” también descubrí diseños  maravillosos de Pilar Vera, Loli Vera o Melisa Lozano con un homenaje a Picasso.

 

Y es que en cada uno de estos diseños hay mucha alma, como estos pendientes de MonteColina, que me enamoraron. Porque la moda enamora, seduce, juega y nos hace sentirnos vivos. Por eso, me gusta y aprendo más de mí con ella.

 

Ah, por cierto el 30 de marzo habrá quinta edición de Fashion Rooms 29 en La Caja Blanca.

 

Love Málaga

 

Carmen Moreno: